domingo, 3 de junio de 2018

Uso de las TIC en el aula

La era digital está suponiendo un profundo cambio social ya que ha alterado las dos grandes vías de desarrollo del ser humano, está modificando tanto el modelo productivo como el medio de transmisión de conocimientos. Las claves del uso de las TIC en el aula Ahora bien, para poder aprovechar los beneficios del uso de los TIC en el aula es importante tener en cuenta algunos aspectos: Planificación: No basta con facilitar tablets a los alumnos, es necesario realizar una planificación sobre cómo comenzar a introducir la tecnología en el aula, analizando sus implicaciones (infraestructura necesaria, formación, ayudas, etc…), para poder poner en práctica un proceso gradual de implementación de las TIC. Creación de experiencias de aprendizaje: Para poder utilizar las TIC en el aula, se deberán planificar experiencias de aprendizaje con las que los alumnos puedan adquirir los conocimientos y las habilidades deseadas, como por ejemplo: búsqueda de información, comunicación virtual, resolución de problemas, trabajos en equipo, creación de información, etc. Autonomía del alumno: Las tecnologías utilizadas deben de promover la participación de los alumnos en su aprendizaje de forma autónoma y responsable. Existen nuevos modelos que se van implementando poco a poco con gran éxito como es el caso por ejemplo del aula invertida. Siempre tener presente el objetivo: Las TIC no deberían de ser vistas como un fin en sí mismas, sino como una herramienta más para conseguir los objetivos educativos, que nunca deben perderse de vista. De hecho, la idea es que las TIC se integren a las estrategias que ya se utilicen dentro del aula, y no ser una actividad ajena a lo que se realiza normalmente dentro de la escuela. Capacitación de los profesores: Como último punto, cabe resaltar la importancia de que, para poder implementar adecuadamente las TIC dentro del aula, los profesores deberán estar debidamente capacitados en el uso de la tecnología. De hecho, bajo mi humilde opinión, esta es la verdadera clave del éxito de este proceso, que tanto el centro educativo como los profesores conozcan y sepan usar estas tecnologías para ponerlas en práctica con eficacia. Queda mucho camino que recorrer para consolidar este proceso de integración de las TIC en el aula, especialmente en la enseñanza pública, donde se necesita de una importante inversión para hacerlo realidad, pero no debemos perder de vista que mejorar la calidad de la enseñanza de un país es sinónimo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes en el futuro y que por lo tanto es necesario cuanto antes comenzar a planificar este cambio, para alcanzar también cuanto antes el objetivo.
La era digital está suponiendo un profundo cambio social ya que ha alterado las dos grandes vías de desarrollo del ser humano, está modificando tanto el modelo productivo como el medio de transmisión de conocimientos. Las claves del uso de las TIC en el aula Ahora bien, para poder aprovechar los beneficios del uso de los TIC en el aula es importante tener en cuenta algunos aspectos: Planificación: No basta con facilitar tablets a los alumnos, es necesario realizar una planificación sobre cómo comenzar a introducir la tecnología en el aula, analizando sus implicaciones (infraestructura necesaria, formación, ayudas, etc…), para poder poner en práctica un proceso gradual de implementación de las TIC. Creación de experiencias de aprendizaje: Para poder utilizar las TIC en el aula, se deberán planificar experiencias de aprendizaje con las que los alumnos puedan adquirir los conocimientos y las habilidades deseadas, como por ejemplo: búsqueda de información, comunicación virtual, resolución de problemas, trabajos en equipo, creación de información, etc. Autonomía del alumno: Las tecnologías utilizadas deben de promover la participación de los alumnos en su aprendizaje de forma autónoma y responsable. Existen nuevos modelos que se van implementando poco a poco con gran éxito como es el caso por ejemplo del aula invertida. Siempre tener presente el objetivo: Las TIC no deberían de ser vistas como un fin en sí mismas, sino como una herramienta más para conseguir los objetivos educativos, que nunca deben perderse de vista. De hecho, la idea es que las TIC se integren a las estrategias que ya se utilicen dentro del aula, y no ser una actividad ajena a lo que se realiza normalmente dentro de la escuela. Capacitación de los profesores: Como último punto, cabe resaltar la importancia de que, para poder implementar adecuadamente las TIC dentro del aula, los profesores deberán estar debidamente capacitados en el uso de la tecnología. De hecho, bajo mi humilde opinión, esta es la verdadera clave del éxito de este proceso, que tanto el centro educativo como los profesores conozcan y sepan usar estas tecnologías para ponerlas en práctica con eficacia. Queda mucho camino que recorrer para consolidar este proceso de integración de las TIC en el aula, especialmente en la enseñanza pública, donde se necesita de una importante inversión para hacerlo realidad, pero no debemos perder de vista que mejorar la calidad de la enseñanza de un país es sinónimo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes en el futuro y que por lo tanto es necesario cuanto antes comenzar a planificar este cambio, para alcanzar también cuanto antes el objetivo.

viernes, 1 de junio de 2018

Ciencias naturales divertidas gracias a las TIC

Recursos TIC para Educación Inicial y Primaria es un blog donde encontrarás diversos recursos para enseñar ciencias naturales a niños de 5 años y primer grado de primaria. Aquí los niños podrán trabajar las partes del cuerpo, saber mas sobre la fotosíntesis, los maestros encontraran videos, cuentos y canciones acerca de la naturaleza, entre otros. Sigue el siguiente enlace: http://recursosticparaeducacioninfantil.blogspot.com/
Recursos TIC para Educación Inicial y Primaria es un blog donde encontrarás diversos recursos para enseñar ciencias naturales a niños de 5 años y primer grado de primaria. Aquí los niños podrán trabajar las partes del cuerpo, saber mas sobre la fotosíntesis, los maestros encontraran videos, cuentos y canciones acerca de la naturaleza, entre otros. Sigue el siguiente enlace: http://recursosticparaeducacioninfantil.blogspot.com/

TOPMARKS y el uso de la TIC para enseñar matemáticas en Inglés.

Todos alguna vez hemos dicho que las matemáticas eran aburridas. Nos quejábamos de este curso pues aparte de aburrido era difícil de entender. En estos tiempos en el que los niños necesitan interacción y dinámica para aprender, se hace necesario utilizar herramientas que llamen su atención. Topmarks es un software interesante que ayudara a niños y profesoras a aprender y enseñar matemáticas de una manera divertida. En este programa el niño aprenderá a contar, trazar números, conocer formas y colores, así como juegos según el nivel en que se encuentre el niño, ya sea de 3,4 o 5 años. Particularmente, he utilizado este recurso en clase y mis niños se han divertido mucho interactuando gracias a este software con ayuda de nuestra pizarra interactiva. Muy recomendable! Para acceder a este sitio te invito a que sigas este enlace: https://www.topmarks.co.uk/maths-games/5-7-years/counting
Todos alguna vez hemos dicho que las matemáticas eran aburridas. Nos quejábamos de este curso pues aparte de aburrido era difícil de entender. En estos tiempos en el que los niños necesitan interacción y dinámica para aprender, se hace necesario utilizar herramientas que llamen su atención. Topmarks es un software interesante que ayudara a niños y profesoras a aprender y enseñar matemáticas de una manera divertida. En este programa el niño aprenderá a contar, trazar números, conocer formas y colores, así como juegos según el nivel en que se encuentre el niño, ya sea de 3,4 o 5 años. Particularmente, he utilizado este recurso en clase y mis niños se han divertido mucho interactuando gracias a este software con ayuda de nuestra pizarra interactiva. Muy recomendable! Para acceder a este sitio te invito a que sigas este enlace: https://www.topmarks.co.uk/maths-games/5-7-years/counting

domingo, 13 de diciembre de 2015

JUEGOS DE CONSTRUCCIÓN

Aun cuando los juegos de construcción tienen una larga historia en el Jardín
de Infantes, ya que los “dones froebelianos” suponen este tipo de juegos, actualmente
parecieran haber perdido parte de su presencia en las salas.
Una posible causa de este fenómeno la podemos encontrar en la suerte de “labilidad”
con la que estos juegos se asocian con los contenidos definidos por el currículo en
las diferentes áreas disciplinares. Así como los juegos con reglas convencionales aparecen
fuertemente ligados a la enseñanza de las matemáticas; los juegos dramáticos con el
mundo social; los juegos con el cuerpo con la educación física, los juegos de construcción
no aparecen a primera vista “vinculados” directamente con una disciplina en particular.
Sin embargo, estos juegos facilitan (Sarlé y Rosas, 2005):
•           Aprendizajes de aspectos vinculados con las ciencias físicas (equilibrio, relación
de los objetos con el espacio, propiedades de volumen, peso, medida).
•           La representación simbólica en el armado de escenarios dramáticos.
•           Los lenguajes artísticos, por la disposición armónica de las piezas y su vinculación
con la escultura y las producciones tridimensionales.
•           La interacción verbal en el transcurso del juego.
•           La anticipación de metas, etc.
Como nos interesa analizar la mediación del maestro en este tipo de juego, trataremos
de precisar algunas cuestiones en torno a cómo varían los juegos en función de
la edad, de los materiales disponibles para construir y de las consignas que acompañan
el juego y orientan la actividad del niño con los objetos.

Juegos de construcción y edad de los niños

Una de las características que
presenta el juego de construcción es que   
atraviesa todas las edades.
En los más pequeños, es un juego
en donde prima la exploración y la
búsqueda por dominar las posibilidades
combinatorias que tienen los objetos.
Así los bloques se superponen, se
arman torres para luego derribarlas, se
domina el terreno alineando un bloque
junto a otro y cubriendo largas y amplias
extensiones.
A medida que los niños crecen y
adquieren dominio sobre el material, comienzan
a guiar sus construcciones por
los objetos o escenarios que están tratando
de representar. De alguna manera, siguen
objetivos establecidos de antemano
y se mantienen atentos a que su construcción
se parezca cada vez más al modelo
de la vida real o a la meta que se habían
propuesto.
Aun cuando los juegos de construcción tienen una larga historia en el Jardín
de Infantes, ya que los “dones froebelianos” suponen este tipo de juegos, actualmente
parecieran haber perdido parte de su presencia en las salas.
Una posible causa de este fenómeno la podemos encontrar en la suerte de “labilidad”
con la que estos juegos se asocian con los contenidos definidos por el currículo en
las diferentes áreas disciplinares. Así como los juegos con reglas convencionales aparecen
fuertemente ligados a la enseñanza de las matemáticas; los juegos dramáticos con el
mundo social; los juegos con el cuerpo con la educación física, los juegos de construcción
no aparecen a primera vista “vinculados” directamente con una disciplina en particular.
Sin embargo, estos juegos facilitan (Sarlé y Rosas, 2005):
•           Aprendizajes de aspectos vinculados con las ciencias físicas (equilibrio, relación
de los objetos con el espacio, propiedades de volumen, peso, medida).
•           La representación simbólica en el armado de escenarios dramáticos.
•           Los lenguajes artísticos, por la disposición armónica de las piezas y su vinculación
con la escultura y las producciones tridimensionales.
•           La interacción verbal en el transcurso del juego.
•           La anticipación de metas, etc.
Como nos interesa analizar la mediación del maestro en este tipo de juego, trataremos
de precisar algunas cuestiones en torno a cómo varían los juegos en función de
la edad, de los materiales disponibles para construir y de las consignas que acompañan
el juego y orientan la actividad del niño con los objetos.

Juegos de construcción y edad de los niños

Una de las características que
presenta el juego de construcción es que   
atraviesa todas las edades.
En los más pequeños, es un juego
en donde prima la exploración y la
búsqueda por dominar las posibilidades
combinatorias que tienen los objetos.
Así los bloques se superponen, se
arman torres para luego derribarlas, se
domina el terreno alineando un bloque
junto a otro y cubriendo largas y amplias
extensiones.
A medida que los niños crecen y
adquieren dominio sobre el material, comienzan
a guiar sus construcciones por
los objetos o escenarios que están tratando
de representar. De alguna manera, siguen
objetivos establecidos de antemano
y se mantienen atentos a que su construcción
se parezca cada vez más al modelo
de la vida real o a la meta que se habían
propuesto.

sábado, 12 de diciembre de 2015

RELOJ n.n/

plantillas curriculum vitae

jueves, 3 de diciembre de 2015

IMÁGENES --- EL JUEGO DRAMÁTICO

Cuando el niño ingresa al Jardín de Infantes, los juegos con base simbólica son
los que aparecen con mayor frecuencia. Desde los juegos “ficcionales” o de “como si”,
donde una actividad se descontextualiza y cobra un sentido lúdico (ejemplo: hacer
como si saludara, durmiera, etc.), pasando por los juegos de transposición de significados
o simbólicos propiamente dichos (ejemplo: transformar una escoba en un caballo,
un plato en volante, etcétera) hasta los juegos dramáticos o socio-protagonizados que
conllevan la asunción de roles y la construcción de un guion o historia dramática que
los niños despliegan al jugar (ejemplo: jugar a la mamá, asumir un personaje de TV,
etc.). Estos juegos resultan ser los más característicos para esta franja etaria. Psicólogos
y pedagogos reconocen al juego simbólico como la actividad rectora de los niños pequeños
(Sarlé, 2008; 2010).
Desde la perspectiva didáctica, en las salas de educación inicial una serie de
actividades asumen este formato, algunas aparentemente “más libres”, otras con mayor
dirección externa. En este sentido distinguimos:
•           Juegos con base simbólica en los tiempos “libres”, como los que aparecen en los
momentos de juego en el patio (ejemplo: jugar a superhéroes).
•           Juegos dramáticos en pequeños grupos, organizados en los juegos de sectores,
juego trabajo o trabajo juego (especialmente en el rincón de dramatizaciones o
del hogar).
•           Juegos con escenarios o juguetes, generalmente en pequeños grupos o individuales,
a partir de maquetas (ejemplo: estaciones de servicio, jugar a la granja, etcétera).
•           Juegos dramáticos que involucran al grupo en su totalidad, sobre temas propuestos
por el maestro (ejemplo: jugar al supermercado, a las tiendas, etcétera).
•           Dramatizaciones de fragmentos de cuentos o breves representaciones (más cercanas
al juego teatral que al juego espontáneo infantil).
Cada uno de estos tipos de actividad difiere según la cantidad de niños que participe
y las decisiones sobre el tema a jugar. En todos ellos, la base es la experiencia del niño
y las posibilidades que tiene de crear o construir una situación imaginaria donde situar la
sucesión de acciones propias de los roles que asume. En la medida en que los niños tienen
posibilidades de conocer nuevos contextos sociales y las formas en que las diferentes personas

se comportan en ellos pueden crear nuevos escenarios y jugar con ellos.
Cuando el niño ingresa al Jardín de Infantes, los juegos con base simbólica son
los que aparecen con mayor frecuencia. Desde los juegos “ficcionales” o de “como si”,
donde una actividad se descontextualiza y cobra un sentido lúdico (ejemplo: hacer
como si saludara, durmiera, etc.), pasando por los juegos de transposición de significados
o simbólicos propiamente dichos (ejemplo: transformar una escoba en un caballo,
un plato en volante, etcétera) hasta los juegos dramáticos o socio-protagonizados que
conllevan la asunción de roles y la construcción de un guion o historia dramática que
los niños despliegan al jugar (ejemplo: jugar a la mamá, asumir un personaje de TV,
etc.). Estos juegos resultan ser los más característicos para esta franja etaria. Psicólogos
y pedagogos reconocen al juego simbólico como la actividad rectora de los niños pequeños
(Sarlé, 2008; 2010).
Desde la perspectiva didáctica, en las salas de educación inicial una serie de
actividades asumen este formato, algunas aparentemente “más libres”, otras con mayor
dirección externa. En este sentido distinguimos:
•           Juegos con base simbólica en los tiempos “libres”, como los que aparecen en los
momentos de juego en el patio (ejemplo: jugar a superhéroes).
•           Juegos dramáticos en pequeños grupos, organizados en los juegos de sectores,
juego trabajo o trabajo juego (especialmente en el rincón de dramatizaciones o
del hogar).
•           Juegos con escenarios o juguetes, generalmente en pequeños grupos o individuales,
a partir de maquetas (ejemplo: estaciones de servicio, jugar a la granja, etcétera).
•           Juegos dramáticos que involucran al grupo en su totalidad, sobre temas propuestos
por el maestro (ejemplo: jugar al supermercado, a las tiendas, etcétera).
•           Dramatizaciones de fragmentos de cuentos o breves representaciones (más cercanas
al juego teatral que al juego espontáneo infantil).
Cada uno de estos tipos de actividad difiere según la cantidad de niños que participe
y las decisiones sobre el tema a jugar. En todos ellos, la base es la experiencia del niño
y las posibilidades que tiene de crear o construir una situación imaginaria donde situar la
sucesión de acciones propias de los roles que asume. En la medida en que los niños tienen
posibilidades de conocer nuevos contextos sociales y las formas en que las diferentes personas

se comportan en ellos pueden crear nuevos escenarios y jugar con ellos.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

VIDEO --- EL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INICIAL

Desde que F. Froebel definiera al juego como el “método” para enseñar a niños
pequeños, todos los libros de pedagogía o didáctica destinados a la educación
inicial lo abordan como su principal ocupación, el modo en que se construye
el conocimiento y el eje sobre el que deben pensarse las prácticas de calidad. Ahora
bien, estas ideas no necesariamente quedan expresadas en el modo en que se diseñan
las prácticas o en el tiempo que se le dedica al juego en la vida escolar. Diversas investigaciones
muestran que jugar representa menos del 20 % del tiempo dedicado a la
enseñanza y de este porcentaje, sólo el 7 % refiere a juegos diseñados por el maestro

(Sarlé, 2006; Batiuk, 2010).

Cuando pensamos en el juego como medio para enseñar contenidos o sostener
la atención del niño no siempre estamos imaginando enseñar juegos que
“apasionen”, juegos que inviten a los niños a repetirlos y amplíen su capacidad
lúdica, su repertorio de juegos; juegos en los que el dominio de la situación no esté en

el maestro sino en los jugadores, juegos de los que se pueda disponer y elegir cuando
se está con amigos, se necesite ocupar un tiempo inerte, distraerse o simplemente dejar
volar la imaginación. Estos juegos son los que vale la pena traer a la escuela. Elegirlos
supone mirar no sólo el contenido sino también el “valor” del juego en sí.
Cada tipo de juego supone un modo de intervención específico. Para el maestro
no resulta difícil elegir juegos, presentarlos, evaluar su resultado. Sin embargo, intervenir
mientras los niños juegan, descubrir cuál es la mediación más pertinente para cada
tipo de juego siempre resulta un desafío.
La mediación del maestro en el juego presenta un amplio espectro de posibilidades
que van desde la observación atenta de los niños hasta la participación como un
jugador más o “director” que orienta y regula el juego. En todos los casos, el docente
necesita tomar decisiones que no interrumpan el juego pero que lo ordenen respetando
las características que le son propias.


Desde que F. Froebel definiera al juego como el “método” para enseñar a niños
pequeños, todos los libros de pedagogía o didáctica destinados a la educación
inicial lo abordan como su principal ocupación, el modo en que se construye
el conocimiento y el eje sobre el que deben pensarse las prácticas de calidad. Ahora
bien, estas ideas no necesariamente quedan expresadas en el modo en que se diseñan
las prácticas o en el tiempo que se le dedica al juego en la vida escolar. Diversas investigaciones
muestran que jugar representa menos del 20 % del tiempo dedicado a la
enseñanza y de este porcentaje, sólo el 7 % refiere a juegos diseñados por el maestro

(Sarlé, 2006; Batiuk, 2010).

Cuando pensamos en el juego como medio para enseñar contenidos o sostener
la atención del niño no siempre estamos imaginando enseñar juegos que
“apasionen”, juegos que inviten a los niños a repetirlos y amplíen su capacidad
lúdica, su repertorio de juegos; juegos en los que el dominio de la situación no esté en

el maestro sino en los jugadores, juegos de los que se pueda disponer y elegir cuando
se está con amigos, se necesite ocupar un tiempo inerte, distraerse o simplemente dejar
volar la imaginación. Estos juegos son los que vale la pena traer a la escuela. Elegirlos
supone mirar no sólo el contenido sino también el “valor” del juego en sí.
Cada tipo de juego supone un modo de intervención específico. Para el maestro
no resulta difícil elegir juegos, presentarlos, evaluar su resultado. Sin embargo, intervenir
mientras los niños juegan, descubrir cuál es la mediación más pertinente para cada
tipo de juego siempre resulta un desafío.
La mediación del maestro en el juego presenta un amplio espectro de posibilidades
que van desde la observación atenta de los niños hasta la participación como un
jugador más o “director” que orienta y regula el juego. En todos los casos, el docente
necesita tomar decisiones que no interrumpan el juego pero que lo ordenen respetando
las características que le son propias.


 
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